Las orquídeas son flores mágicas y hermosas, adecuadas para la decoración del hogar o ramos de flores para cualquier ocasión, que aportan gracia y elegancia. El grado de floración de su orquídea depende del tiempo que le dedique a cuidarla y de lo bien que conozca su hábitat natural para poder recrearlo. Esta flor es bastante difícil de mantener porque requiere mucha paciencia por tu parte. Por eso, en este artículo puedes leer sobre: * Cómo cultivar orquídeas * Las razones por las que tu orquídea no florece * Consejos para que vuelvan a florecer las orquídeas
Cómo cultivar orquídeas
Las orquídeas son muy populares como plantas de interior, pero ayudarlas a florecer requiere cierto esfuerzo por tu parte; sobre todo, todo depende de algunos factores que debes tener en cuenta. Su hábitat influye mucho en la maduración saludable de la planta. Sin embargo, son muy fáciles de cuidar si te familiarizas con sus necesidades. Uno de los factores más importantes a la hora de cultivar orquídeas es proporcionarles la cantidad adecuada de luz solar. Para ello, colóquela cerca de las ventanas orientadas al este y al oeste. Si no puede hacerlo, la luz fluorescente también puede funcionar bien. Es señal de que en la habitación hay demasiada luz solar directa si las hojas de su orquídea empiezan a ponerse negras en las puntas. Las hojas están quemadas y necesariamente la flor debe ser trasladada a otra habitación que sea menos soleada. La temperatura óptima de desarrollo de su orquídea es de 65-75 grados F. Soportan la noche a temperaturas de 60 grados. También, pueden aceptar con el tiempo, hasta 85 grados, pero esto depende mucho de la variedad de orquídea que cultive. Es mejor evitar los cambios extremos y bruscos de temperatura, por lo que es aconsejable mantener la orquídea en el interior. El mejor método para regar una orquídea una vez por semana es sacarla de la popa y colocarla en una maceta de plástico de cultivador. A continuación, ponga la planta bajo el grifo durante unos 15 minutos. Asegúrese de regar toda la planta lentamente, sin tocar las hojas ni la corona. También puede humedecer la orquídea colocando cubitos de hielo en la tierra. Antes de colocar la orquídea en la maceta original, déjela escurrir durante un máximo de 10 minutos. Una vez que las flores de la orquídea dejan de aparecer, entra en una fase de reposo de unos seis a nueve meses. En esta etapa de letargo, la planta comienza a reponer todos los nutrientes que consumió en el proceso de floración. Entonces, normalmente, la orquídea debería tener energía para florecer, para revivir. A veces ocurre que, a pesar de todos sus cuidados y ayuda, la orquídea ya no florece
Razones por las que la orquídea no florece
He aquí algunas razones por las que su orquídea ya no florece: * No hay suficiente luz o hay demasiada luz. Las orquídeas deben tener acceso indirecto a la luz solar. Sin estas condiciones, la planta sufre y no es probable que florezca. La luz solar intensa y directa quema las hojas de las orquídeas. Por este motivo, las orquídeas deben mantenerse en lugares donde la luz solar sea indirecta. * Temperatura. Las orquídeas deben mantenerse en interiores porque necesitan una temperatura constante de entre 65 y 75 grados F. * Demasiada agua o muy poca. Cuando note que las hojas de la orquídea están caídas o que las raíces se están poniendo marrones, son señales de que la orquídea ha recibido demasiada agua. En este caso, hay que dejarla durante una semana aproximadamente y, después, volver a regarla. Si las hojas de su orquídea parecen secas, sin duda necesita agua. * Época de floración. A diferencia de la mayoría de las flores de jardín, las orquídeas florecen mejor en otoño. Si quiere que su orquídea prospere en verano, deberá prestarle más atención. * Trasplante. Cuando las raíces de su orquídea estén muy desarrolladas y sobrepasen el contenedor, o éstas parezcan marrones, entonces deberá trasplantar la orquídea
Consejos para Rebrotar Orquídeas
Una vez que la orquídea haya entrado en la fase de latencia, comience a fertilizar la tierra con un fertilizante balanceado para plantas de interior. La fertilización debe hacerse semanal o mensualmente, dependiendo del tipo de orquídea que tenga. Un abono rico en fósforo favorece el rebrote de su orquídea para la floración. Después de que aparezca el primer botón floral, debe volver al abono habitual. La luz es esencial para su orquídea. Si la orquídea se coloca junto a una ventana en el este de su casa, no es un problema para la floración, pero si la orquídea se cría con luces, entonces estas luces deben tratar de imitar el ciclo del sol. Las luces deben permanecer encendidas durante más tiempo en verano y menos en invierno. El color verde oscuro de las hojas de la planta es el mejor indicador de que la planta no tiene suficiente luz. La temperatura adecuada para la floración de las orquídeas es de unos 60-65 grados Fahrenheit, por lo que si hace demasiado calor en la casa, traslade la planta a una habitación donde pueda dejar una ventana abierta por la noche y deberá cerrarla por la mañana. Así podrás imitar su hábitat natural, donde las temperaturas descienden por la noche. Tras la aparición de los primeros capullos florales, espera unos meses a que la planta alcance una altura de 5″. Tras alcanzar este tamaño, comience a sostener su punta. Si pasan unos meses y no ve aparecer ninguna flor, intente trasladar la orquídea a otro lugar. Si tiene suerte, su orquídea debería florecer dos veces al año. Así pues, el cuidado de una orquídea es un proceso sencillo, pero todo depende de la mejor ubicación. Son preciosas y pueden ser un excelente regalo para cualquier ocasión.