La adelfa (Nerium oleander) es un arbusto perenne y ornamental, de hojas pequeñas y brillantes y flores de color rosa-rosa. Tiene un aroma delicado y es muy fácil de cuidar. Sin embargo, la ingestión de las partes de la planta que contienen glucósidos puede afectar a los músculos del corazón, por lo que hay que tener mucho cuidado al utilizarla. Una sobredosis puede provocar una intoxicación grave. En los siguientes apartados, te presentamos:
* Origen y descripción de la flor de adelfa
* Cómo cultivar y cuidar la flor de adelfa
* Usos de la flor de adelfa
* Toxicidad, efectos y tratamiento médico
Origen y descripción de la flor de adelfa
La planta de adelfa, la única especie clasificada hasta ahora del género Nerium, es un arbusto de la familia Apocynaceae. Se conoce como Nerium o adelfa por su parecido con las aceitunas olea. Se dice que el suroeste de Asia es la región de donde procede, pero su origen no está claramente identificado. Esta planta quizá proceda también de Marruecos o del este de Portugal, por tanto de la región mediterránea, y su origen puede extenderse hasta las zonas meridionales de China.
La adelfa es una de las plantas de jardín más venenosas que se cultivan habitualmente. La adelfa puede crecer de 6,5 a 19,7 pies de altura, mientras que sus hojas son en pares, de color verde oscuro. Las flores se presentan en forma de racimos y son de hermosos colores. Pueden ser púrpuras, rojas, rosas o amarillas, y a menudo presentan inflorescencias con flores dobles. Tienen una corola de cinco lóbulos y desprenden un dulce aroma. El fruto es una cápsula que contiene muchas semillas. Se conocen más de 400 especies de adelfas en todo el mundo.
Las flores de la adelfa son espectaculares y se utilizan mucho como plantas ornamentales, sobre todo en países de clima cálido. En California, es frecuente encontrarlas dividiendo carriles en las autopistas.
Cómo cultivar y cuidar la flor de adelfa
La adelfa no es pretenciosa; florece desde la primavera, durante todo el verano hasta el otoño. A la planta no le gusta el exceso de humedad y no resiste temperaturas muy bajas. Cuando los inviernos son muy fríos, conviene poner las plantas en macetas y colocarlas en el interior.
Las adelfas, plantas perennes, pueden soportar la sequía o las condiciones de suelo pobres en nutrientes. Aunque contiene sustancias tóxicas, el arbusto adelfa se cultiva por su belleza y se puede conseguir una floración espectacular si se expone a pleno sol, aunque también se puede cultivar en zonas parcialmente sombreadas.
Plantar la adelfa no es difícil. Aunque les gusta un pH neutro del suelo, estas plantas pueden adaptarse a cualquier tipo de suelo. Si su suelo es excesivamente pobre, debe añadir algunas sustancias orgánicas, como compost, para mejorar la absorción de agua. Tras la plantación, debes regar regularmente la planta hasta que las raíces se hayan desarrollado correctamente.
Tras su floración en primavera, lo ideal es cortar las ramas superfluas para mantener un tamaño óptimo de su planta y una bonita copa. Para cultivar un arbusto de adelfa en maceta, debe elegir un receptáculo adecuado que ha de ser siempre más alto que ancho, a razón de dos a uno, asegurándose de que todas las raíces crezcan hacia abajo. Debe colocar cinco centímetros de grava en el fondo de la maceta. A continuación, rellene con una mezcla de tierra de hoja, dos partes de compost y estiércol, dos partes de tierra de flor y una parte de arena de grano grueso.
La adelfa es una planta a la que le encanta la luz y el calor fuerte. Por eso, la ubicación ideal cerca de su casa sería cerca de una pared sur o suroeste, donde la planta esté protegida del viento o la lluvia. Durante la noche, la pared caldeada podría proporcionar el calor tan necesario a su planta.
Usos de la flor de adelfa
En la India, la adelfa se utiliza en la medicina tradicional para el tratamiento de la lepra y los trastornos dérmicos y oculares. Las hojas también se utilizan como antídoto contra las mordeduras de serpiente. Suele prepararse en infusión o maceración de hojas verdes junto con semillas de tomate y cebolla blanca como remedio antirreumático.
Debido a su potencial tóxico, hoy en día la adelfa ya no es tan popular. Las hojas son conocidas por su efecto cardiotónico y tienen un pronunciado efecto diurético. Además, también se ha descubierto que poseen propiedades sedantes y antibacterianas contra microorganismos grampositivos y gramnegativos (estudios in vitro).
Toxicidad, efectos y tratamiento médico
La flor de adelfa contiene muchas toxinas conocidas, como glucósidos cardíacos como oleandrina y nerina, y también toxinas como saponinas y neriósido. Éstas se encuentran en todas las partes de la planta y son tóxicas incluso si la planta está seca. Una sola hoja ingerida por un bebé o un niño pequeño puede causar la muerte. Las toxinas están muy concentradas en la savia, que, si entra en contacto con la piel humana, puede causar entumecimiento e irritaciones muy graves.
Los síntomas de intoxicación con adelfa son erupciones cutáneas, trastornos de la visión, trastornos del tránsito, vómitos, latidos irregulares del corazón, mareos, desmayos, disminución del pulso y depresión. La adelfa también es peligrosa para los animales rumiantes: bovinos, ovinos y equinos, entre otros. Por ejemplo, 100 gramos de adelfa pueden matar a un caballo adulto. La manifestación del efecto de la ingestión de la planta en un caballo es un ritmo cardíaco anormal y diarrea.
En caso de intoxicación con adelfa, hay que solicitar urgentemente asistencia médica. Los remedios más comunes para la intoxicación por adelfa son los lavados de estómago, la administración de carbón vegetal y, si la inducción del vómito no surte efecto, la administración de medicamentos.
El índice de intoxicaciones con adelfas es bastante bajo en el mundo, pero también supone una gran noticia para los futuros pacientes. En este sentido, no debemos olvidar que se está investigando la posibilidad de descubrir la cura del cáncer utilizando extractos de adelfa.
En definitiva, la adelfa es un arbusto encantador y fragante, pero, al mismo tiempo, muy peligroso debido a las sustancias tóxicas que contiene. Tenga cuidado donde la coloca para que sus hijos o sus mascotas y animales no tengan acceso a ella.