Sin duda el ramo de flores es uno de los complementos estrella de toda novia el día de su boda.  Hay que reconocer que por muy guapo que vaya el novio y muy bonito que sea el escenario de la ceremonia, todas las miradas se van a centrar en la novia, y se va a valorar mucho el vestido, el peinado y el ramo de flores que ésta lleve.

Por tanto hay que tener en cuenta varios puntos para estar perfecta y que el ramo vaya a conjunto con el traje y los complementos llevados (por ejemplo, si se opta por llevar un vestido muy recargado el ramo debería ser más sencillo y al contrario).

Dependiendo del físico de la novia se pueden escoger entre ramos más grandes o más pequeños, ya que un gran abanico de flores resaltará y quedará más acorde con una novia alta que con una bajita (en este último caso un ramo grande sería demasiado en comparación con la altura de la novia, igual que un ramo demasiado pequeño no le quedará bien a una novia muy alta)

Ramos de novia existen de muchos tipos y formas, ya que pueden estar compuestos por las flores que la afortunada decida, escogiendo la variedad, colores y tamaños que más le gusten (los más típicos son los formados por flores claras combinadas entre si, como por ejemplo el blanco y el rosa palo).

flores

La forma puede escogerse dependiendo del corte del vestido, por ejemplo, ya que encontramos ramos en cascada (las flores caen de forma delicada formando una hilera), bouquets (ramos pequeños que cada vez están más de moda), escalonados (flores con tallos alargados que forman una especie de rectángulo el cual hace que éstas queden reposados sobre los brazos de la novia) o grandes (con muchas flores, tallos grandes, etc.)

Un tema que también suele tener importancia en la ceremonia y está relacionado con el ramo de flores es el destino que éste tendrá una vez haya terminado la fiesta, ya que son muchas las mujeres que deciden regalárselo a una amiga o familiar, otras devotas que lo llevan hasta una iglesia o una virgen en concreto y algunas deciden hacer el tradicional lanzamiento y que sea la suerte quien lo reparta entre todas las asistentes a la boda.

Y es que las flores son indispensables en nuestra vida, y no podían faltar en uno de los días más importantes de la vida de una mujer.