Cuando nuestros pensamientos giran en torno a las flores, casi siempre se detienen en la imagen de una rosa, porque, al igual que en la realidad, en nuestra mente la rosa es la reina de las flores. Dotada de una belleza exquisita y una fragancia maravillosa, esta flor cautiva el corazón de su poseedor, junto a las más bellas flores de otoño.
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La noble y elegante rosa es la protagonista de los mitos y leyendas que cuentan la historia de su nacimiento y orígenes. Entre estas historias, la más bonita es la relacionada con la diosa Afrodita. Se dice que una cepa de Rosas blancas estaba junto a Afrodita en el momento de su nacimiento en el mar, desnuda, entre las olas y la espuma. La diosa se pinchó el talón con una de las espinas de la rosa y su sangre goteó sobre las rosas blancas, tiñéndolas de rojo.
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Otro mito griego narra el origen de esta flor, regalo habitual para conquistar corazones o para decorar hogares. En esta leyenda, la protagonista es la diosa Cloris que, al vislumbrar a una bella ninfa sin vida en el suelo, transformó el cuerpo en una rosa. Afrodita le otorgó belleza, alegría y seducción; Dionisio, su delicada fragancia; y Eros, el dios del amor, la nombró reina de las flores. Desde entonces, la rosa ha sido la flor del amor, la belleza, la pasión y la flor por excelencia para alegrar los sombríos días de otoño, cuando el único sonido es el susurro de las hojas al caer de los árboles.
¿Por qué no envías un ramo de rosas a tu ser querido para alegrarle el otoño?