Aunque pueda parecer una tontería lo cierto es que cuando estamos a cargo de varias flores o plantas pasamos por una serie de estados y actitudes que están influenciados por la apariencia y crecimiento de éstas.

Y es que si decidimos tener nuestro balcón con aunque sea una plantita sabemos que tendremos que dedicarle alguna parte de nuestro tiempo y nos guste o no cuidarla sentiremos diversas reacciones cuando ésta empiece a dar flores, languidezca o incluso fallezca.

Enumeramos algunas de las fases por las que podemos llegar a pasar cuando decidimos comprar una planta.

-Compromiso: Seguramente compraremos la planta con ilusión y alegría y en un primer momento nos prometeremos a nosotros mismos que la cuidaremos y protegeremos hasta con nuestra propia vida si hace falta (quizás hay personas que simplemente compran flores para dar algo de color o agradar a alguien pero si realmente nos gustan seguro que intentamos que éstas se encuentren lo mejor posible).

planta

– Dedicación: Los primeros días serán sin duda los que más dedicaremos a nuestra planta ya que querremos que crezca de forma saludable, se encuentre en el lugar más adecuado de nuestra casa o balcón y no sea atacada por ningún insecto que pueda dañarla.

– Olvido: Aunque los amantes de las flores y las plantas no suelen olvidarse del riego y cuidados de sus pequeñas lo cierto es que no todos los días podemos acordarnos de todas las tareas que hay que hacer en casa y es normal que alguna noche que toque riego se nos pase que debemos hacerlo y dejemos a nuestras plantitas sin su baño semanal nocturno.

– Asombro: Si hemos comprado las flores o plantas ya crecidas ésta fase solamente la sentiremos cuando veamos que éstas se hacen más grandes y ocupan toda la maceta. Ahora bien cuando veamos que la menta que compramos con apenas hojas empieza a crecer e incluso a enseñarnos pequeñas flores en sus extremos tendremos una agradable sensación de éxito y orgullo ya que habremos sido capaces de ayudar a que una pequeña planta crezca y florezca de la mejor manera.

– Decepción/tristeza: Es posible que nuestra planta no consiga vivir mucho o que sea atacada por una enfermedad que haga que en poco tiempo muera. Esto nos puede provocar una sensación de frustración por pensar que somos los culpables, decepción al creer que la planta ha sido muy débil o tristeza al ver como un ser vivo que estaba a nuestro cargo ha muerto.