En este post rescatamos el baúl de los recuerdos, o, mejor dicho, el baúl de las pesadillas, para sacar a la luz algunos de los peores regalos que todos hemos recibido alguna vez y que tenemos guardados en un rincón oscuro. Se suele decir que la intención es lo que cuenta en un regalo, pero viendo esta lista, en FloraQueen dudamos de las buenas intenciones de quienes los regalaron.
¿Te inspirarán para vengarte contra esa persona que siempre te hace regalos horribles? Esperamos que, por lo menos, te preparen para lo que se te puede venir encima en tu próximo cumpleaños. Así podrás comenzar a practicar una forzada sonrisa de agradecimiento delante del espejo. ¿La curiosidad te está matando? ¡Pues empezamos!
Los 7 peores regalos del mundo
1. Una hucha (sin dinero dentro)
Estamos convencidos de que a todos nos han regalado alguna vez, sobre todo durante la adolescencia, una hucha para “aprender a ahorrar y a gestionar el dinero”. Y quién no recuerda ese momento en el que abrías la hucha y exclamabas “ah, ¿pero que no hay nada dentro?”. Pues sí que empezaba bien el ahorro…
Para más inri, no se trataba de una hucha con estilo y diseño a la moda que sirviera, por lo menos, para decorar tu escritorio. No. Era una hucha de lata o latón con horribles dibujos y colores chillones cuya existencia solo tenía cabida en el fondo de tu armario.
2. Figuritas de porcelana
Este tipo de regalo es un “pongo” en toda regla. Solo con la primera impresión al verlo ya te preguntarás mentalmente “y esto, ¿dónde lo pongo?”. Figuritas las hay de todo tipo, animales, duendecillos, bailarinas, árboles… nada en este mundo escapa a ser plasmado con porcelana pintada. En fin, siempre puedes guardarla en un cajón hasta que llegue el cumpleaños de algún familiar de edad avanzada.
3. Ropa interior que te regala tu suegra
Cualquier tipo de ropa interior es un regalo muy arriesgado y, cuando te lo regala tu suegra, puede ser una verdadera bomba de relojería. Dependiendo de cómo sea tu suegra pueden ocurrir dos cosas. La primera, que te regale unas bragas de cuello alto del mercadillo color carne que no te vas a poner jamás. La segunda, que se haga la moderna y te regale un conjunto hortera y algo subido de tono que no te vas a poner jamás. En definitiva, todos los caminos llevan a Roma, sea como sea la ropa interior que te regale, nunca la vas a utilizar.
4. Un falso perfume de marca
Para hacer un buen regalo no es necesario gastar un montón de dinero. Lo más importante es saber que el detalle gustará a la persona en cuestión, sin importar las marcas o su precio. Por este motivo, es mejor regalar unos bonitos pendientes de bisutería, que el típico regalo “quiero y no puedo”. Nos referimos a perfumes falsos de archiconocidas marcas como Klavin Klein, Amporio Armani, Dolce&Gabanno o John Paul Gautier. Su fragancia ácida y raída echa para atrás a cualquiera. Pero, al mismo tiempo, nos preguntamos, ¿se puede vivir sin unas gotas de Coco Channal?
5. Pañuelos de tela
¿A quién no le han regalado alguna vez pañuelos de tela? Y no hablamos de bonitos fulares para abrigar el cuello en época de entretiempo, sino de esos pañuelos cuadrados con líneas en su contorno o estampados a cuadros. Ante un regalo como este, solo puedes decir una cosa: “Qué ilusión, ¡estoy deseando resfriarme para poder estrenarlos!”. No hay ninguna otra función en el mundo para estos pañuelos, por mucho que te los hayan regalado con tus iniciales bordadas.
6. Zapatillas de fieltro
Este es el típico caso de personas que compran regalos para otros pensando en sus propios gustos y no en los de la persona que recibirá el regalo. Seguro que tienes amigos y familiares con esta manera tan egocéntrica de escoger regalos para ti. Lo cual nos lleva de cabeza a estas horrendas zapatillas de fieltro de colores. En realidad, podría ser peor, podrían tener la punta enroscada y borlas que rebotaran a cada paso. Pero, igualmente, ¿cuántos grandes diseñadores de moda habrán tenido un infarto al verlas? En fin, lo bueno es que puedas aprovechar el fieltro para crear unas flores diy.
7. Una alcachofa de ducha
Hay personas que se toman al pie de la letra eso de “regálame algo que necesite de verdad”. Cuando se lo dijiste, seguramente tú estarías pensando en un nuevo bolso porque el tuyo ya está muy usado o, quizás, de un nuevo y bonito neceser para tus próximos viajes. Sin embargo, puede que te arrepientas de tus palabras al recibir algo como una alcachofa de ducha. ¡El colmo de los regalos prácticos! Encima, tendrás aguantar que te digan “ya era hora de cambiarla, la que tienes está roída por la cal”. Gracias, gracias y tres veces gracias.
¿Cuáles son los peores regalos que has recibido nunca? Nos referimos a aquellos con los que ni siquiera pudiste esbozar una media sonrisa y cuyo recuerdo aún te atormenta al acercarse tu cumpleaños. ¡Compártelos en los comentarios!