Si nos pasamos por cualquier floristería o centro comercial donde vendan plantas y flores seguro que encontraremos varios ejemplares de Aloe Vera, ya que se trata de una especie con un precio muy bajo pero unas prestaciones muy buenas.
El aloe vera es una planta que normalmente no suele estar acompañada por flores (cuando éstas aparecen suelen ser amarillas y con posición caída) aunque sus tallos rígidos y de color verde intenso ya hacen que sea bella y destaque entre las demás.
Su cuidado es muy básico y no requiere de mucha atención, solamente necesita estar en un lugar soleado (aunque debemos evitar que el sol le de directamente ya que puede quemar sus tallos y volverlos marrones) y tener un riego no demasiado abundante (igual que pasa con los cactus, el Aloe Vera retiene el agua de cada riego y solo necesita agua cada dos o tres semanas). Ahora bien, si vemos que sus hojas empiezan a ser flexibles o a decaer significa que la planta tiene sed y por tanto tendremos que regarla para que no acabe muriendo.
Suele soportar bien todo tipo de temperaturas aunque en invierno se recomienda que, si sobretodo hace mucho frío, se proteja de éste con una pequeña manta alrededor de su maceta o incluso metiéndola en el interior de la vivienda, de esta forma nos aseguramos que la planta perdura y sobrevive al frío.
Su plantación es muy sencilla ya que aunque su lugar óptimo es aquel donde hay un buen drenaje y arenilla, con tierra abonada que podemos encontrar en cualquier tienda y un buen riego el aloe vera tendrá una vida larga y sana (además suele tolerar muy bien los ataques de insectos y pulgones y no acostumbran ponerse enfermas por su culpa).
Es importante saber que a pesar de la ausencia de sus flores el Aloe Vera tiene una gran función medicinal, ya que el líquido que se extrae al cortarla ayuda a combatir quemaduras, cortes, heridas, picaduras de insectos e incluso llagas (por esto es muy aconsejable que todos los hogares tengan una pequeña plantita en la ventana o balcón).
El aceite de Aloe Vera se aplica directamente sobre la piel sin necesidad de tener que desinfectarlo antes como pasa con otras plantas o flores que utilizamos en la cocina o la higiene personal. Además, tiene un gran papel en el mundo de las cosmética ya que su jugo es muy utilizado en productos que ayudan a desintoxicar al piel de impurezas y grasas, ayuda a cicatrizar heridas, regenera las células y es un excelente producto para ponernos después del afeitado o la depilación ya que ayuda a hidratar y regenerar los tejidos.
Por tanto, si nos gustan las flores y las plantas y tenemos un hueco para poner una pequeña maceta, no lo dudemos y adquiramos un Aloe Vera.