Si nos gusta que nuestro balcón esté decorado con flores y plantas que aportan color, fragancia y, sobre todo, buen gusto a nuestro espacio exterior debemos tener un ejemplar de la especie por excelencia en todas las casas y cocinas: estamos hablando de la menta.
Y es que esta bonita hierba de color verde que desprende un agradable olor a clorofila es indispensable en todos los hogares, ya que además de decorar ayuda a preparar unos magníficos cócteles llamados mojitos, a dar un toque más fresco a nuestros platos y a mantener una higiene bucal mucho más saludable. A diferencia de otras plantas y flores, la menta permite su uso instantáneo al arrancarla de su ramita, ya que se trata de una hierba muy saludable y sin ningún elemento que pueda atacar a nuestro organismo.
Ahora bien, debemos saber que esta hierba no nos va a dejar de sorprender, aunque dependiendo del estado y el tamaño en el que la compremos tendremos más o menos sorpresa. Se trata de un ejemplar de fácil cuidado, por lo que aconsejamos que se adquiera pequeña, ya que su crecimiento es sencillo, rápido y lleno de etapas bonitas y enriquecedoras.
Si adquirimos la menta con pocas hojas o incluso con solamente una veremos como con el paso de los meses una única raíz empieza a multiplicarse y en poco tiempo tenemos la maceta llena de hojitas de color verde que nos piden a gritos un cambio de residencia a un tiesto mucho más grande.
Es una hierba muy agradecida que tan sólo pide agua cada dos o tres días y a cambio nos ofrece unas bonitas hojas y un fresco olor. Ahora bien, si decidimos no arrancar estas hojas para cocinar o limpiarnos tendremos una sorpresa en poco tiempo, ya que con la llegada del buen tiempo nuestra menta nos empezará a ofrecer flores en sus extremos superiores, dejándonos, seguramente, con la boca abierta.
Se trata de unas hermosas flores de color morado que con su forma vertical y delicada hacen cumbre en la parte superior de la menta y además atraen a insectos polinizadores que ayudan a que si tenemos más plantitas alrededor, éstas se reproduzcan de mejor manera.
La menta es por tanto un ejemplar imprescindible en nuestra casa, ya que además de oler bien nos ayuda a que el resto de nuestras flores se encuentren sanas y sobre todo polinizadas.