Las flores pueden simbolizar la amistad, el amor, la comprensión, el tender una mano y el ofrecer nuestro apoyo entre otros muchos otros ejemplos.
Las bodas son un momento muy importante en la vida de toda persona (sobretodo si son los protagonistas) y las flores son una de las auténticas protagonistas de tan bello día ya que las encontramos adornando el restaurante, decorando el cabello y las manos de la novia y en la solapa de la chaqueta del novio.
Es tradición que el prometido lleve en su americana un pequeño ramo de flores que vaya a conjunto o no con el ramo que lleve la novia decore su vestuario y añada luz a su mirada, estamos hablando del llamado “botonier”.
Sin embargo éste no es el único motivo por el que los novios también acuden a tal enlace (normalmente los padrinos y amigos allegado se la suelen poner) con esta pequeña flor ya que se trata de una tradición que según cuentan viene del antiguo Egipto, donde las novias hacían que sus prometidos llevaran pequeños ramos con hierbas para ahuyentar a los malos espíritus.
Con el paso de los años este grupito aromático ha sido sustituido por cantidad de flores de distintos colores, formas y tamaños aunque las más habituales y tradicionales son las de azahar.
Es cierto que la forma más clásica de llevar este pequeño y bonito accesorio es utilizando pequeños ramos de flores pero cada persona tiene gustos distintos y lo que para algunos novios es un precioso accesorio para otro se trata de algo insípido y aburrido. Es por esto que actualmente podemos encontrar todo tipo de modelos y tamaños que seguro que se adecuan al gusto de todo tipo de novios (podemos adquirirlos hechos con pequeños botones, conchas de playa, flores artificiales, ramitos de trigo, plumas y un sinfín de formas y materiales para todos los gustos).
También existen gran cantidad de complementos que hacen que los novios más tradicionales puedan llevar su ramito de flores naturales acompañado por un elemento más moderno o divertido de forma que continúe la tradición floral pero la adorne y maquille.
Actualmente nos encontramos en época de bodas y seguro que nos han invitado a una o dos (incluso a más) así que cuando lleguemos a la iglesia, juzgado o lugar de celebración no dudemos en fijarnos en la solapa del novio, ya que aunque todas las miradas se centrarán en la novia cuando ésta pise el lugar del enlace, el prometido también tiene que tener su momento de admiración y su ramito de flores debe ayudarle a estar tan elegante como la ocasión merece.