Flores para tus hijos - Plantas que crecerán con ellos

Todos podemos echar la vista atrás y recordar con cariño una flor o una planta que relacionamos con nuestra infancia, ya sea una planta en concreto o el intenso olor de un ramo. Podemos ayudar a un niño a que de mayor tenga este recuerdo feliz enseñándole cómo disfrutar de las flores.

Si pensamos en las flores que más gustan a los más pequeños de la casa, la mejor opción es plantar girasoles. Las criaturas adoran ver cómo van creciendo; sin duda, con los girasoles tu hijo se divertirá viendo todo el proceso. ¿Por qué no creas una tabla con la evolución de la planta y la cuelgas en la pared para que tu hijo vea lo rápido que va creciendo el girasol? A los niños ver cómo esta flor se va haciendo tan alta les parece asombroso, y les puede recordar al cuento de Jack y las judías mágicas, que trata de un niño que trepa por una planta de judías que ha crecido hasta el cielo hasta que llega a un castillo… ¡aunque mejor no hablar del ogro gigante que vive en él!

Es sencillo plantar girasoles. De ti depende cuántos quieres plantar.

Plantar un girasol

Necesitarás un paquete de semillas de girasol, tienen el tamaño perfecto para que las manitas de tu hijo las puedan plantar. Utiliza una semilla por tiesto y cuando empiece a crecer trasplántalo en una jardinera o en el jardín para que tenga más espacio. El mejor lugar será aquel donde haya más sol durante el día.

Una manera de mantener el interés de los niños es ayudarlos a hacer un diario de las flores que han plantado. Haz que tomen fotos del proceso y que lo pongan por escrito (si son mayores y saben escribir), o haz que dibujen la flor para que tomen consciencia del proceso. También puedes utilizar la flor para alimentar a los pájaros. Corta la flor una vez haya crecido del todo y los niños verán cómo los pájaros se comen sus semillas.

Un jardín en tiestos

Si no tienes jardín o tienes poco espacio exterior, ¿por qué no pones plantas en las ventanas? No tiene que ser excesivamente complicado ya que puedes utilizar cualquier bote o tiesto que quepa en la repisa de la ventana. Elige plantas que crezcan rápidamente y que tengan un aspecto vivo, incluso plantas poco habituales como un cactus o una Venus atrapamoscas atraerán la atención de los más pequeños. Los tiestos también se pueden utilizar para plantar hierbas o flores, y además, puedes hacer crecer plantas que después tengan una utilidad, como las cebolletas. Los niños se sentirán orgullosos de poder utilizar lo que han plantado en la cocina.

Una cabaña india con judías verdes

Si quieres hacer algo un poco más creativo, ¿por qué no creas una zona en la que los niños puedan jugar y divertirse? Una cabaña india, llamada tipi, hecha con judías verdes es la clase de cosas que divierten a los pequeños. Las judías crecen muy rápidamente y en seguida tienen una cabaña en la que poder jugar, sienten que tienen su propio espacio en el huerto, protegido del sol, y además cuando sea el momento pueden  hacer la cosecha y comer las judías que han visto crecer.

Para el tipi elige cualquier especie de planta trepadora de judías que crezca rápidamente. Necesitarás  seis u ocho cañas de bambú, que deberás atar en la parte superior con un cordel. Clava con fuerza la parte inferior de las cañas en la tierra. Utiliza más cordel para ir dando la vuelta al tipi y así ir entrelazando  todas las cañas. Entre cordel y cordel deja un espacio de 60 cm, así la planta tendrá un apoyo por el que poder trepar.  A medida que la planta vaya creciendo, deberás ir dirigiéndola por todas las cañas y cordeles para cubrir toda la superficie del tipi. Sería ideal que cuando llegase el verano ya tuvieras el tipi cubierto con las judías para que tu hijo se sienta cómodo jugando en su interior.

Plantas duraderas

Si deseas una flor que perdure en el tiempo y que crezca con tu hijo, ¿qué te parece la opción de las rosas? Puedes conseguir fácilmente en un centro de jardinería un rosal, y si tienes espacio para ello, podrías utilizar un margen en tu jardín para plantar los arbustos con rosas de diferentes colores. Si lo prefieres, también puedes plantar una variedad de rosas en miniatura en un tubo. Cada primavera los niños quedarán asombrados al ver cómo los rosales van floreciendo y disfrutarán de su olor. También pueden ayudar a cuidar del rosal podando las rosas marchitas en otoño y regándolo cuando sea necesario. Actualmente existen muchas variedades que no tienen espinas, por lo que aún será más fácil que los pequeños de la casa puedan participar. Imagínate lo realizado y orgulloso que se sentirá tu hijo cuando vea que las flores que ha cuidado y visto crecer sirven para decorar la casa.

Independientemente de lo que quieras plantar con tu hijo, ¡la regla de oro es hacerlo de tal modo que sea divertido! Las variedades de plantas que crecen rápidamente son las mejores para mantener el interés de los más pequeños. Y cuando tu hijo ya se haya hecho mayor y haya volado del nido familiar, ¿por qué no le envías un ramo sorpresa con las flores que él plantó de niño? Será un bonito recuerdo de su infancia y de los días felices que pasasteis juntos. Seguro que los colores y el olor de las flores evocará en su memoria recuerdos de los mejores momentos que pasó contigo.