Aunque muchos sostengan que el machismo ha sido casi erradicado y afirmen premisas como “la sociedad actual es muy consciente de la lacra de la violencia de género”, lo cierto es que aún queda mucho por hacer. Además, la violencia de género en sí es solo la consecuencia más grave de una educación patriarcal machista, pero no la única. Hay muchas otras provocadas por esta sociedad que nos educa con el género masculino como centro desde la más tierna infancia. Una manera de ver el mundo que llevamos como una pesada mochila en nuestras espaldas.
El machismo no solo se manifiesta con la violencia física, con asesinatos o con abusos que sacuden los medios de comunicación. La cultura machista es extremadamente sibilina y se cuela en nuestro día a día sin que a veces nos demos cuenta. Por esta razón, es imprescindible saber identificar aquellos pequeños comentarios, gestos o comportamientos que esconden en su interior un claro trasfondo machista que la sociedad se esfuerza en ocultar.
En honor al Día de la Mujer, en FloraQueen hemos elaborado una lista (muy corta en comparación a todo lo que existe) con la que queremos ayudar tanto a mujeres como a hombres a detectar los micromachismos cotidianos. Saberlos reconocer es el primer paso para acabar con ellos. Los micromachismos son, por lo tanto, pequeños detalles que a veces se toman en broma o a los cuales se les resta importancia, pero que constituyen una base sólida que perpetúa los roles y estereotipos de género. Son estos los que debemos abolir para alcanzar una sociedad realmente igualitaria para todas y todos.
Guía breve de micromachismos
1. En el feminismo, la mujer está por encima del hombre
Incorrecto, el feminismo lucha por conseguir la igualdad plena y real de ambos géneros. Para ello, las mujeres deberán gozar de los mismos privilegios que los hombres a todos los niveles: sociales, laborales y en el ámbito privado.
2. Los hombres no lloran
¿Qué pasa? ¿Por qué se sigue diciendo que los hombres no lloran? ¿Acaso no son personas, acaso no tienen sentimientos? Lo peor es que, en muchas ocasiones, esta expresión se dice a niños, que desde bien pequeños son presionados a ocultar sus emociones. Una práctica nada sana para su futuro, ¿no crees?
3. Pides la cuenta y se la dan a tu marido
Siendo una mujer, ¿cuántas veces has pedido la cuenta en un restaurante y se la han traído a tu pareja o al hombre que te acompañara en esa comida? Siendo un hombre, ¿cuántas veces han presupuesto que eras tú el que tenía que pagar sí o sí? Por favor, que alguien le diga a los restaurantes que los tiempos en los que las mujeres no podían tener ni cuenta en el banco ya pasaron…
4. Productos para niñas en rosa, para niños en azul
Uno de los estereotipos más extendidos es la asociación del rosa para las niñas y del azul para los niños, ya sea en ropa, juguetes, materiales escolares, y en todo tipo de productos infantiles. Pero esta distinción de género va más allá de los colores, también afecta a los mensajes de estos productos. Así lo relataba Daisy Demons, una niña estadounidense que se quejó de que en las camisetas para niños los mensajes sugerían heroicidad y aventuras, mientras que las camisetas de niñas hablaban de belleza y dulzura. Puedes ver su reivindicación en este vídeo grabado por su madre y que se hizo viral:
5. ¿a quién le estás vendiendo el coche, a mi o a él?
Infinidad de mujeres se han encontrado en esta situación a la hora de comprar un coche, producto asociado al género masculino por excelencia. Cuando un hombre y una mujer van a comprar un coche, la inmensa mayoría de veces, los vendedores se dirigen al hombre al explicar las características del coche y también para negociar el precio. Además, a veces, ni tan solo un “disculpa, pero el coche lo voy a adquirir yo” por parte de la mujer sirve para enfocar su atención en la verdadera compradora.
6. Un hombre que hace tareas del hogar es Dios
Parece ser que, cuando un hombre hace tareas del hogar se convierte, como poco, en un superhéroe, sino en un Dios. ¿Acaso no es su deber mantener adecuadamente la casa donde vive? ¿No tiene las mismas obligaciones que cualquier persona que conviva con otra? Las tareas domésticas han estado siempre ligadas a las mujeres, pero ya es hora de asumir como algo normal que mujeres y hombres repartan las tareas. Evidentemente que se debe elogiar el esfuerzo que conllevan las tareas domésticas, ¡pero no solo a ellos!
7. Vestimenta en el trabajo
Muchas empresas, sobre todo del sector servicios y de cara al público imponen uniformes para mujeres con falda, medias y tacones, mientras que los hombres llevan traje de pantalones. ¿Qué opción te parece la más cómoda para vestir cuando estás trabajando? Y no solo en este sector. Sin ir más lejos, el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, exigió a las empleadas de la Casa Blanca que “vistieran como mujeres”.
8. Bromas sobre la menstruación
Por un lado, hay los que tratan la menstruación como un tema tabú, evitándolo por todos los medios. En el extremo opuesto, están aquellos hombres que, sin haberla padecido nunca, se permiten la licencia de hacer chistes o de quitar importancia al dolor que sufren muchas mujeres durante el periodo. Habría que ver la gracia que les haría si la tuvieran ellos, ¿no?
9. Anuncios sexistas por todas partes
En nuestro día a día, estamos expuestos a constantes bombardeos de publicidad, especialmente en los medios digitales y redes sociales. Y es que los anuncios del mundo online no difieren nada de los tradicionales en cuanto al tratamiento de la mujer se refiere. El cuerpo femenino sigue siendo un mero objeto decorativo siempre al servicio de los deseos de los hombres.
Fuente original FACUA
10. “¿quién es el hombre de la relación?”
Sí, algunos hombres son tan androcéntricos que preguntan a parejas homosexuales, ya sean gays o lesbianas, quién es el hombre en su relación. ¡Por supuesto! ¿Cómo se puede concebir en este mundo una relación sin figura masculina, que es la única que importa?
11. Las flores son un regalo solo para mujeres
¿Quién dice que los hombres no pueden recibir un ramo de flores frescas para celebrar una ocasión especial? Mucha gente todavía. Desde FloraQueen, pese a que nuestro target principal son hombres que regalan a mujeres, defendemos firmemente que las flores también son el mejor regalo para hombres. ¡Su belleza y aroma gusta a todos por igual!
12. No me silbes, no soy un perro
Esta es quizás uno de los micromachismos más frecuentes, pero también de los que menos se habla porque las mujeres sienten vergüenza al contarlo. Los piropos, silbidos o cualquier tipo de comentario machista de hombres hacia mujeres son más que comunes. Y no solo de noche en lugares oscuros, donde ocurren acosos peores, sino a plena luz del día y en mitad de la calle. “¡Guapa! Lo que yo te haría…” o similares, son frases que todas las mujeres han tenido que soportar alguna vez en la vida. Seguidas o precedidas de un sonoro silbido, por supuesto.
Estamos convencidos de que la gran mayoría de mujeres en nuestro país han vivido alguna vez alguna de las experiencias de nuestra lista. Y las pocas que pueden no haberlo vivido en carne propia, seguro que tienen amigas o familiares a quienes sí les ha pasado. Asimismo, ¿a qué hombre no le han dicho alguna vez en su vida “no llores”, por ejemplo? El próximo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, sellemos el compromiso de luchar por la igualdad empezando por enfrentarnos a aquello más cotidiano, los micromachismos.