Las flores son un ser vivo que forman parte de nuestro día a día aunque nosotros no lo propiciemos o notemos, y es que en un simple paseo de diez minutos podemos llegar a ver varios tipos de flores (en plazas, balcones, bares, etc.)

Aunque es cierto que somos propensos a relacionar determinadas flores con algunos sentimientos o sensaciones, la verdad es que todo depende un poco de la situación en si (y es que si estamos enamorados, por ejemplo, veremos de la misma forma que nos regalen un ramo de rosas que uno de margaritas).

Ahora bien, ya sea por pura estrategia de venta o porque nuestro cerebro asocia determinadas flores a situaciones o sentimientos concretos, podemos elaborar un pequeño listado con los significados o intenciones que puede tener el regalar flores.

Regalar rosas

Rosas: Sin duda son las más asociadas a los sentimientos relacionados con el amor y la pareja. Aunque dependiendo de su color su significado puede variar (las rojas demuestran más pasión y las blancas más humildad y pureza), recibirlas siempre suele ser motivo de declaración o agradecimiento en un grado elevado.

Margaritas: Todos hemos arrancado alguna vez una margarita del césped de un parque. Simbolizan la pureza, la inocencia y la imaginación. Son las que más sufren los desamores e incertidumbres, ya que son las más propicias para hacer el famoso “me quiere, no me quiere”.

Claveles: Igual que pasa con las rosas, regalar un ramo de claveles está ligado al amor y la pasión. Sin embargo, su precio no es tan elevado y dependiendo del color que se escoja podrán indicar fidelidad, cariño u agradecimiento.

Violetas: Estas preciosas flores van ligadas a la timidez y el miedo a no agradar como deseamos. Aunque significan romanticismo, se relacionan con las personas humildes y sentimentales. Además, desprenden un fabuloso olor que permitirá que nos acordemos de la persona que nos la ha regalado aunque no la estemos viendo en ese momento.

tulipanes

Tulipanes: Con su aspecto original y alegre son perfectas para regalar a un amigo o familiar. Dependiendo del color estarán más ligados a la amistad o al cariño, aunque también pueden servir para hacer una declaración de amor en toda regla. Suelen simbolizar duración y estabilidad, ya que aunque mueran al acabar la primavera, podemos volver a plantar sus bulbos al año siguiente.

Lo cierto es que a todos (o a la gran mayoría) nos halaga que nos regalen flores, y si encima lo hace alguien a quien tenemos aprecio o estamos enamorados, la ilusión se incrementa.

Y es que el nivel de felicidad y el tipo de sentimiento que nos provoca un ramo de flores depende en cierta medida de nuestro estado de ánimo, ya que cuando una rosa está marchita podemos tener dos sensaciones distintas al mirar su capullo (de felicidad por haberla recibido y ternura al querer conservarla o de tristeza absoluta, al relacionarla con algún acontecimiento triste que hemos pasado en no mucho tiempo).