Seguro que conoces a Salvador Dalí, el genio del surrealismo, pero, ¿has visto alguno de sus cuadros con Rosas Rojas y de otros colores como protagonistas? En este artículo queremos acercarte ciertas piezas de la obra daliniana en las que estas flores son el elemento principal. ¿Tienes curiosidad por descubrir cuáles son? ¡Haz scroll-down!

Dalí y el surrealismo

Salvador Dalí i Domènech fue un pintor, escritor y pensador catalán y uno de los mayores representantes del surrealismo a nivel internacional. Tanto sus obras, que plasman un mundo onírico y surreal sin parangón, como su personalidad excéntrica, lo convirtieron en uno de los personajes más conocidos del siglo XX.

Más allá de sus obras más famosas como La persistencia de la memoria, en la que aparecen sus célebres relojes blandos, Dalí cuenta con cientos de cuadros marcados por un estilo personal único e irrepetible. Un denominador común en muchos de ellos son las referencias a la sexualidad, tanto masculina como femenina, y los motivos naturales como plantas o flores, así como la presencia de animales. Leones, tigres y elefantes son recurrentes en su obra, así como insectos, a los que tenía fobia, según se dice.

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Cuadros más famosos con rosas

Las rosas sangrantes

En este cuadro de 1930 se puede ver a una mujer apoyada en una estructura sólida en la que se reclina de manera lateral para exhibir su cuerpo. Además del hecho de estar desnuda, lo que más destaca en el cuadro es su abdomen cubierto por cuatro rosas rojas que llegan casi hasta la zona púbica. Vistas de cerca, las rosas parecen hechas de cera y se derriten goteando hacia abajo, por eso el cuadro recibe el nombre de “Rosas sangrantes”.

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Las rosas representan la sexualidad de mujer, el deseo que suscita y también todo el placer que desencadena el acto sexual. Las cuatro flores rojas pueden representar al mismo tiempo los órganos sexuales y reproductivos femeninos. Así como la eclosión del orgasmo en una mujer, plasmado en lo que podría ser un ramo de rosas rojas que se derriten al compás de los espasmos de placer.

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Si no te has fijado aún, en la derecha del cuadro aparece una pequeña sombra, la de un hombre que observa en segundo plano el goce que experimenta la mujer. Se conoce que una de las excentricidades de Dalí era el voyerismo, por esto esa figura se podría interpretar como un reflejo de sí mismo mirando a la mujer desnuda.

Mujer con cabeza de rosas

La obra daliniana “Mujer con cabeza de rosas” data del año 1935. Es un rasgo común en muchos cuadros del artista catalán el hecho de sustituir las cabezas humanas por otras formas u objetos. En este caso, el personaje central tiene un ramo de rosas en lugar de cabeza, por lo que se identifica con una mujer.

Tanto esta figura como la que aparece en primer plano y de espaldas tienen un cuerpo extremadamente estilizado, hasta los límites de lo que puede aguantar la complexión humana. Además, el personaje central está claramente posando, como una modelo. Lo cierto es que este cuadro está relacionado con el trabajo que Dalí realizó en el mundo de la moda durante los años 30, diseñando ropa femenina y llegando a aparecer incluso en la portada de la famosa revista Harper’s Bazaar.

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De hecho, este no es el único cuadro en el que aparecen mujeres con cabeza de rosas y, como cabía esperar, su simbolismo ha sido objeto de múltiples interpretaciones a lo largo del tiempo. Algunas de ellas aseguran que, además de representar la feminidad, los pomos de rosas por cabezas representaban la frivolidad y volatilidad de algunos sectores sociales de la alta esfera con los que Dalí odiaba tener que tratar.

Rosa meditativa

Este es, sin duda, el cuadro donde la rosa roja adquiere un protagonismo incomparable. Fue pintado con la técnica de óleo sobre cartón en 1958, cuando el artista tenía 54 años y la corriente surrealista ya se había asentado en su estilo pictórico.

En el centro, como protagonista indiscutible, se encuentra una enorme rosa roja, gigante en comparación a la escala de los demás elementos del cuadro. Detrás de ella hay una parte superior ocupada por cielo, cuyo azul contrasta con el intenso rojo de la rosa, y una parte inferior que muestra un paisaje desolado con un horizonte infinito, como en tantos cuadros del pintor. Si te acercas, podrás ver que, en este suelo árido, debajo de la rosa, hay una pareja que la observa, supuestamente Dalí y su musa Gala.

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Como todos los cuadros del pintor, este también ha generado múltiples y variadas interpretaciones. En lo que todo el mundo está de acuerdo es en que la rosa es el símbolo de la sexualidad femenina y del placer que hay en él. Lo que genera grandes debates es la gota situada en uno de los pétalos inferiores de la flor, ya que el pintor nunca dijo si era de agua o de sangre, lo que podría representar la menstruación.

¿Quieres disfrutar de este cuadro en primera persona y hacer tu interpretación personal de qué significado tiene la gota en la rosa? Puedes verlo en el museo de la Fundació Gala-Salvador Dalí de la ciudad de Figueres, en Girona. ¡No te lo pierdas, merece la pena!

La pintura de Dalí nos fascina por su singularidad y podríamos estar horas contándote curiosidades sobre ella. Quizás guardaremos esta idea para futuros artículos, ¿qué te parece? ¿Conocías estas obras dalinianas con las rosas como protagonistas? ¿Cuál es tu favorita?