Por mucho que muchas personas odien o no acepten las flores lo cierto es que éstas pequeñas amigas de colores son uno de los seres vivos que más compañía nos hacen ya que queramos o no las tenemos junto a nosotros durante gran parte de nuestra vida.
Ya sea pasando por un parque de camino al trabajo, descansando en un banco de un pequeño jardín mientras hacemos unas compras o yendo a visitar a un difunto al cementerio, las flores nos estarán rodeando sin que tan siquiera nos hayamos dado cuenta.
Y es que podemos encontrarnos macetas con plantitas y flores en el supermercado (quizás las venden o simplemente las tienen para regalar al cliente que haga una compra de un importe en concreto), en la consulta del médico (de esta forma el ambiente está menos cargado y la sala de espera parece menos aburrida y sobretodo asustadiza), en nuestra carnicería de toda la vida (normalmente en lugares donde venden carne y pescado suelen tener macetitas con laurel, menta, orégano, etc. que además de decorar los estantes dan sabor y ayudan a mantener la frescura y limpieza del género) e incluso en el autobús (son muchos los conductores que tienen junto a su volante un pequeño cactus o una ramita de olivo que les haga el viaje más ameno).
Si por ejemplo encendemos la televisión para ver una película seguro que vemos un programa donde un invitado está recibiendo flores por parte de una amiga que le ha hecho una mala pasada, o están haciendo una película donde la protagonista se casa con su novio de toda la vida y lleva en sus manos un precioso ramo de claveles.
Incluso si abrimos el ordenador para querer jugar un poquito a una partida de rol online o a los famosos Sims nos encontraremos con la opción de matar o plantar flores para nuestros jardines, regalarlas a nuestros vecinos o cultivarlas para venderlas en el mercado virtual de nuestra vida online.
Muchos de los platos que comemos, la mayoría de perfumes que utilizamos, los geles de baño con los que nos lavamos las manos e incluso los ambientadores que compramos para tener un mejor olor en nuestra casa están hechos con flores y por tanto, seamos o no unos apasionados de ellas ya no podemos decir que no las necesitamos ni utilizamos para nada.
Las flores son indispensables en nuestra vida (y en la de las abejas) así que no nos olvidemos de cuidarlas y tratarlas como se merecen ya que son ellas las que muchas veces cuidan de nosotros a través de una infusión de manzanilla, por ejemplo.