Es cierto que la jardinería y el arreglo de las flores puede servir para decorar nuestra terraza, salón o una parte de nuestro jardín, de forma que éstos lucen bonitos y repletos de colores.
Ahora bien es importante saber que las flores tienen una función más que decorar o purificar el aire, y es que son un elemento clave y muy aconsejable para poder meditar, concentrarnos y ponernos en contacto con nosotros mismos y con la naturaleza.
Cierto es que plantando un geranio no llegaremos a conocer nuestro interior y es por esto que si queremos relajarnos, pensar detenidamente y unirnos aún más a la naturaleza debemos aprender a realizar el bello arte floral llamado Ikebana.
Y es que si nos dedicamos a pasar horas delante de nuestro pequeño arreglo floral podremos llegar a tener contacto y respeto máximo por la naturaleza, a la cual muchas veces tenemos descuidada o fuera de mente.
El Ikebana es un arte floral japonés que está muy unido a la cultura japonesa, ya que fueron los misioneros japoneses los que lo descubrieron al ser éste ofrenda de los monjes chinos a Buda.
Puede decirse que el Ikebana tiene doble función, ya que por un lado creamos un bonito arreglo con flores que decorará uno de los rincones de nuestro hogar y por otro nos ayuda a concentrarnos, evadirnos del mundo exterior e incluso a que podamos meditar.
Los arreglos creados con esta antigua técnica suelen ser minimalistas y en ella podemos encontrar todo tipo de flores, cereales, ramas, y demás elementos naturales que puedan quedar acorde con la creación (al utilizar elementos tan caducos nos ayuda a recordar que el tiempo pasa rápido y por tanto, debemos lograr y perseguir nuestras metas en el menor tiempo posible).
Con pequeñas flores podemos conseguir una creación única que se base en la armonía de éstas y con una construcción lineal que no nos deje indiferentes. Además, se recomienda que para poder conseguir el resultado deseado se debe trabajar completamente en silencio únicamente escuchando a nuestra mente y si podemos a la naturaleza.
Aunque se trate de un arreglo con flores minimalista el Ikebana tiene algunas variantes o modelos a seguir como por ejemplo el Shoka, Rikka o Nageire, entre otros. Por tanto, si nos apasiona el mundo de las flores y queremos aprender a crear nuestros propios arreglos florales no tenemos más que echar mano del Ikebana (hay diversos cursos y escuelas donde nos enseñarán todos los trucos y técnicas para poder ser unos auténticos maestros de esta tan bella práctica).