Aunque parezcan mundos distintos y separados lo cierto es que la cosmética y las flores están íntimamente ligadas ya que se aprovechan la una de la otra para darse a conocer y venderse a los consumidores. Y es que las flores “aprovechan” el gran uso que las personas hacemos de las colonias y perfumes con olores frescos y naturales (los perfumes con olores florales son de los más vendidos durante todo el año) y las casas de colonias se benefician de la debilidad y admiración que muchos consumidores tienen por las fragancias dulces de las flores.
Es por esto que si vamos a cualquier perfumería y empezamos a vaporizar al aire varios frascos podremos llegar a tener la sensación, por un momento, de encontrarnos en un prado rodeados por rosas, flores silvestres y demás especies que consigan el deleite y disfrute de nuestro olfato.
Es tanto el afán que las firmas de cosméticos y perfumes tienen por el mundo de las flores que las hay incluso que se dedican únicamente a la creación de productos con origen natural y vegetal, de manera que todo lo que comercializan (o la gran mayoría) tienen toques de olor a jazmín, lirio o frutas.
Un ejemplo de ello es la firma Yves Rocher, la cual tiene productos de cosmética, higiene y perfumes que nos pueden transportar a lugares frescos, limpios y donde las flores tienen el mayor protagonismo (en su web o tienda física podemos encontrar perfumes con olor a jazmín, jabones para el cuerpo con aroma a lilas o flores que dejan un increíble olor en nuestra piel, etc.)
Puig también se encarga de aprovechar al máximo el poder de las flores en el mundo de los perfumes y son varias las colonias que podemos encontrar con este olor (como por ejemplo Agua de Flores o la conocida Agua Lavanda).
Otra de la vertientes que hace que las flores beneficien al mundo de la perfumería y los cosméticos es la relacionada con el sexo ya que son muchas las colonias, aceites de masaje y perfumes con olores a rosas y demás plantas afrodisíacas que se venden a gran velocidad entre las parejas más juguetonas y experimentadas.
Y es que como dice la famosa frase, el mundo es un pañuelo y por suerte en él podemos encontrar una gran harmonía entre dos elementos que nos hacen la vida más fácil y sobretodo que nos hacen olerla mejor, por tanto, es necesario que la alianza entre flores y perfumes no termine nunca o de este modo, dejaremos de sentirnos frescos, limpios y con rico olor floral.