La flor de loto esta relacionada en diferentes culturas con una concepción muy profunda del entendimiento del universo, el amor o la divinidad. En general se puede decir que es el símbolo del desarrollo espiritual, de lo Sagrado y de lo Puro.
En la civilización egipcia la flor de loto se concebía como una germinadora de dioses, pues de ella emergían deidades como Ra, el dios del Sol. El movimiento de la flor en relación con el día y la noche se asemejaba a la salida y la puesta del sol, pues ésta sólo se abre durante el día.
En la mitología griega dicha flor significa triunfo, gracias a la leyenda de la diosa atrapada en el lugar llamado Loto y su gran lucha por salir de allí en forma triunfante de flor de dóciles pétalos. En la cultura China con la dinastía Sung (s. X-XIII) se relaciona con la perfección y delicadeza de la mujer, llamándoles a los pies de las niñas entre 4 y 9 años “los pies de loto dorados” asemejándose éstos al movimiento de los pétalos con el viento.
De hecho el símbolo nacional de la India es la flor de loto, significando divinidad, fertilidad, conocimiento, riqueza e ilustración. La diosa de la abundancia, Maha Lakshmi, simboliza pureza, belleza, todo lo bueno y esta asociada con dicha flor.
El asiento o trono de Buda es el loto, indicando el nacimiento divino de su iluminación.
En la cultura budista su significado esta relacionado con la abstracción del nacimiento de la flor: Ésta emerge desde el fondo oscuro del estanque o del lago abriéndose paso hasta la superficie de agua. No se distrae ni con la tierra ni con el agua, sino que abre sus pétalos como lo hace el espíritu del ser humano cuando se libera de las pasiones, de la ignorancia o de sus propias oscuridades, alcanzando de este modo la pureza clara del néctar del las flores, es decir en un sentido budista, la consciencia iluminada.
Dice Lama Anagarika Govinda: » Si el empuje hacia la luz no estuviera ya latente en el germen escondido en la profunda oscuridad de la tierra, el loto jamás tendería hacia la luz…»