Las plantas y las flores son imprescindibles para que nuestro planeta siga adelante y por tanto todos podamos seguir viviendo y disfrutando de los bellos paisajes naturales que éste nos ofrece.
A la mayoría de personas le agradan las flores y aunque no tengan macetas o jarrones en sus casas se detienen cuando ven una pequeña rosa o margarita en un parque o quieren oler una aromática hoja de menta en una frutería, por ejemplo.
Ahora bien, aunque a casi todas las personas les gustan las flores y las plantas las mujeres tienen un afán aún mayor por éstas, ya que son muchas las opciones y los lugares donde podemos encontrar flores en todo su esplendor.
Y es que una mujer disfruta como una niña si su pareja o grupo de amigos le regala un ramo de flores por su cumpleaños (el momento de abrir la puerta de su casa y ver a un mensajero con un bonito ramo de lirios es de los más felices y sorprendentes que podemos experimentar, sobretodo por el efecto sorpresa que nos crea).
Otra forma en la que la mujer disfruta del inconfundible y aromático olor floral es en los perfumes, ya que la mayoría de las fragancias femeninas están compuestas por flores que hacen que sean frescos y aromáticos (dependiendo de la cantidad y la variedad que el frasco incluya el perfume será más o menos intenso y estará dedicado a estaciones del año más frías o templadas).
Otro lugar donde las flores tienen una gran importancia en muchas mujeres es en la ropa, ya que seguro que si abrimos el armario de cualquier mujer encontraremos una blusa, un jersey o unos zapatos en los que haya alguna flor dibujada, y es que los estampados florales no pasan de moda por mucho que los tiempos cambien, y una rebeca con flores naranjas que nuestra madre usaba en su adolescencia puede servirnos ahora a nosotras para ir al último grito.
Los complementos son otro de los elementos en los que las flores tienen una gran importancia (sus formas aparecen en pendientes, collares, anillos, broches, etc.)
Y es que la naturaleza está muy arraigada a las personas y las mujeres tienen una debilidad innata por el mundo de las flores (puede ser que algunas odien tener plantas en su balcón pero que tengan un cuadro con amapolas en el salón, o que no les gusten los estampados florales en su ropa pero consuman a diario infusiones florales para gozar de una mejor salud).