Sí, lo has leído bien, el día 15 de febrero y no el 14. ¿Conoces el verdadero origen de esta fecha celebrada mundialmente por los enamorados? Como casi siempre en estos casos, hay que remontarse a la época de los romanos para descubrirlo. Y te adelantamos que la verdadera historia de San Valentín no es tan rosa, ni tan dulce, ni tan romántica. Te la contamos.
Rituales y sacrificios en el San Valentín pagano
La fiesta de Lupercus se celebraba en la antigua Roma anualmente el 15 de febrero para conmemorar a la loba capitolina que, según recoge la mitología, amamantó a los gemelos Rómulo y Remo, fundadores de Roma. Diversos historiadores explican que, durante esa fiesta pagana, un sacerdote era el encargado de sacrificar a un carnero en honor al dios de la Naturaleza, Fauno, y después ungir con su sangre a los jóvenes que participaban del ritual. Estos jóvenes -los lupercos- se limpiaban posteriormente la sangre en un vellón de lana mojado en leche, simbolizando así la resurrección de Rómulo y Remo, abandonados para morir, pero recogidos por la loba que les salvó la vida.
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En una segunda parte del ritual, los lupercos salían a correr siguiendo un recorrido preestablecido y dando latigazos a aquellos que encontraban por la calle. Las personas salían a su encuentro para recibir los golpes ya que creían que de esta manera tendrían buena fortuna, especialmente las mujeres jóvenes, porque se asociaba este ritual con la fecundidad.
San Valentín cambia de fecha hace ya quince siglos
El papa Gelasio I necesitaba anteponer una celebración católica a esta fiesta un tanto salvaje y por ello escogió el día anterior, el 14 de febrero, para cristianizar la costumbre pagana. Era además un día perfecto, ya que estaba dedicado a San Valentín.
Hay varias teorías sobre este Santo, pero la más conocida -y también la preferida por ser la más romántica- es la que habla de un médico romano que se convirtió al cristianismo para poder casar a los soldados, desobedeciendo al emperador romano Claudio II. Éste consideraba que los guerreros eran menos atrevidos en el campo de batalla cuando tenían una familia que les esperaba en casa y había prohibido el matrimonio. Cuando se enteró de lo que el sacerdote católico Valentín estaba haciendo, lo mandó ejecutar. Así fue como se convirtió en un mártir de la Iglesia Católica, que celebró esta fecha hasta finales de los años 60. Después del Concilio Vaticano II pasó a ser un día con Santo pero sin fiesta.
Las nuevas tendencias de San Valentín
De la celebración católica se ha virado de nuevo hacia una celebración pagana en los últimos años. Ahora ya no conmemoramos el sacramento del matrimonio sino el amor entendido en un sentido más amplio. Y como las formas de entender el amor evolucionan, también lo hace la fiesta de San Valentín, dominada siempre por el espíritu comercial.
No es raro ver en estos días corrientes que defienden celebrar el amor por uno mismo porque piensan que no hay que dejarse eclipsar por una pareja. Otras abogan por celebrar la amistad para que aquellos que no han encontrado a su media naranja no se sientan abandonados. Sea cual sea el caso, regalar flores a alguien o auto regalárselas es la opción que más triunfa. Cada español gastó el año pasado alrededor de 60€ por estas fechas, y la mayoría de las compras fueron, según diferentes estudios, flores, bombones y joyas. Si quieres sorprender a alguien no dudes en echar un vistazo a todos los ramos que hemos preparado para celebrar las lupercales, el día del mártir que casaba a soldados o la exaltación de la amistad. Tú eliges lo que quieres conmemorar porque… ¡cualquier excusa es buena para comprar flores!